«Creo que tenemos una oportunidad única en una generación para transformar el futuro de esta región».
Las primeras semillas de The Reser se plantaron hace muchos años, a finales de la década de 1990: la idea de crear un centro para las artes enraizado en el corazón de Beaverton, que ofreciera más oportunidades para dedicarse a las artes y sirviera de punto de encuentro para todo el West Side. La Comisión de las Artes de Beaverton y la Fundación de las Artes de Beaverton pusieron en marcha una iniciativa de base. Los dirigentes de la ciudad de Beaverton y los residentes locales apasionados por las artes -encabezados por Patricia Reser- aportaron su defensa y su contribución al Consejo y mantuvieron encendida la llama.
El objetivo de esta extraordinaria asociación público-privada no era otro que cambiar el paisaje de la ciudad de Beaverton con un hermoso y acogedor lugar de reunión, creando al mismo tiempo unas magníficas instalaciones para apoyar las artes, el entretenimiento y la educación.
En 2009 y de nuevo en 2015, se llevaron a cabo extensas encuestas entre los residentes sobre las necesidades y deseos futuros de Beaverton, y el deseo de un destino artístico regional se identificó en cada caso como una prioridad. La población de la ciudad era cada vez más diversa y los residentes ansiaban vivir más experiencias artísticas y de ocio cerca de casa. Un estudio dirigido por Opsis Architecture and Theater Consulting Group junto con estudiantes de la Universidad de Oregón dio vida a lo que podría ser un centro artístico de categoría mundial en Beaverton.
A continuación, la ciudad solicitó y recibió una subvención de la Fundación Nacional de las Artes (NEA) para llevar a cabo el más sólido de varios estudios de viabilidad con el fin de determinar qué podría ser un centro de este tipo, qué alcance tendría para el público y cuánto costaría construirlo. A partir de esa subvención, las actividades de divulgación dirigidas a un amplio abanico de organizaciones artísticas y grupos culturales de la comunidad dieron una estructura más específica a la forma en que podría utilizarse el espacio y a lo que significaría para nuestra comunidad, cada vez más diversa.
Con la elaboración de un presupuesto de construcción preliminar, Pat Reser hizo una promesa histórica, entonces anónima, de 13 millones de dólares para poner en marcha el proyecto. El Ayuntamiento aprobó un impuesto sobre el alojamiento en hoteles para financiar la mitad de los costes de construcción y, en parte, para proporcionar apoyo financiero permanente al centro artístico. En 2018, se anunció que Pat Reser era la donante principal y se cambió el nombre del centro en honor a su compromiso. La Beaverton Arts Foundation puso en marcha una campaña de recaudación de fondos que tuvo un gran éxito, ya que recaudó más de 12 millones de dólares de más de 950 donantes, superando el objetivo inicial en un millón de dólares. Tras empezar a construir a finales de 2019, el sueño largamente acariciado se hizo realidad en marzo de 2022.